Las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC) y el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe: experiencias e iniciativas de política. Memoria del seminario realizado en la CEPAL Santiago, 22 y 23 de octubre de 2012
Para que el crecimiento económico sea sostenible y que se logren mayores niveles de igualdad, los países de América Latina y del Caribe se enfrentan al desafío de consolidar políticas de reforma estructural, avanzando hacia una mayor diversificación productiva, con alta incorporación de progreso técnico y menores brechas de productividad, así como mayor eficiencia energética y ambiental. El adecuado despliegue y uso de las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC) en la región puede contribuir a reducir externalidades negativas, como los gases de efecto invernadero que pueden percibir importantes reducciones con la virtualización de actividades, a través de la telepresencia y el trabajo a distancia, o teletrabajo, por ejemplo, que contribuyen a la desmaterialización, reduciendo la huella ecológica y de carbono de las actividades económicas. Se estima que los mayores impactos positivos resulten de la aplicación de las TIC a una gestión más eficiente de recursos y modos de producción y consumo, así como de su contribución a la creación de nuevos sectores productivos dinámicos y su rol en la prevención y alerta temprana ante desastres naturales y adaptación al cambio climático. No obstante las ventajas de la utilización de las TIC, no hay que perder de vista tres aspectos importantes que deben ser considerados. El primero, aunque éstas reducen las emisiones asociadas al desarrollo de actividades que pueden ser virtualizadas y en este sentido conllevan efectos positivos a la economía en general, por otro lado su aporte al cambio climático es significativo, y con una sostenida tendencia al alza, que puede agudizarse en función del ritmo de acceso de la población a las TIC. El segundo se relaciona con la consecuente generación de residuos que la región no está todavía en condiciones de absorber y valorizar y que presentan un nuevo desafío para el medio ambiente y la salud. El tercero se refiere a la disponibilidad de capacidades, tanto para la gestión de las TIC, como para su operación y mantención, un tema en el cual la región tiene todavía que avanzar mucho, especialmente en el sentido de minimizar o controlar la dependencia externa que hoy caracteriza la provisión de este tipo de tecnologías.